miércoles, 23 de septiembre de 2015

Excursión a Almuradiel (Ciudad Real) enero 2014

Antes del viaje de Cosme a Perú, la Pandilla de Cabrales nos fuimos a hacer lo que más nos gusta: salir al campo, en esta ocasión a visitar las diferentes explotaciones de Pb-Zn-Cu y de Sb en el entorno de Almuradiel, Ciudad Real. Estuvimos "los Arenas" (Luis y Ramón), Eloy e Inés y Juan Carlos.

El sábado nos reunimos en Torrenueva para visitar las minas Lyon y Paris, en la ladera sureste del cerro San Cristóbal (localizado también al sureste del pueblo). Se trata de unas antiguas explotaciones subterráneas de filones de cuarzo con estibnita, pudiendo accederse únicamente a una pequeña galería que investiga varios filoncillos y que habitualmente se encuentra con agua. Desgraciadamente no observamos nada de mineral, sólo filoncillos estériles de cuarzo. Existe otra escombrera pero se encuentra vallada y no pudimos investigarla.
Acceso a la galería en mitad del olivar. No se observan restos
de escombreras, seguramente porque hayan sido removidas
para la plantación de los olivos. Foto de Eloy Carrillo.
De ahí nos fuimos a las Minas de la Recompensa, una mina con dos pozos (llenos de agua y palomas), además de diversas ruinas muy interesantes, y bastantes escombreras donde pudimos picar y recuperar bonitas muestras de azurita (Eloy encontró un cristal de calcopirita reemplazado por azurita) y malaquita. Además de la mineralización primaria BGCP (Blenda o esfalerita, Galena, Calcopirita y Pirita) en filones de cuarzo y dolomita-ankerita-siderita, destacando la galena con su brillo.
Vista de uno de los pozos de las Minas de la Recompensa y
 parte de las escombreras. Foto de Eloy Carrillo.
Continuamos el tour hacia Almuradiel, acercándonos al indicio del Cortijo de la Valbuena, un pequeño pocillo de investigación sobre un filón de cuarzo y galena, donde hace años encontramos piromorfita procedente de la alteración de la galena.
Indicio del Cortijo de la Valbuena. Foto de Eloy Carrillo.
 Por último, viendo que ya era tarde, regresamos hacia Almuradiel a tomar un café y despedirnos de JuanCarlos, quien tenía que regresarse a Madrid con Inés, quedándonos el resto en el pueblo, alojados en el hotelito donde paran los autobuses de la línea Madrid-Granada, así que aprovechamos a tomar unas cervecitas, cenar de raciones, unos patxaranes para bajar la cena y prontito a la cama.
Volviendo a los coches después del visitar el Indicio del
Cortijo de la Valbuena. Preciosa foto de Eloy Carrillo.
El domingo estuvimos investigando unos indicios hacia el norte-noreste de Almuradiel: el primero localizado en el paraje de La Gaspara, y el otro denominado Mina de El Soldado, que cuenta con un pequeño pozo rellenado de escombros, y un par de escombreras, pero donde no encontramos nada de mineral.
Al fondo, en la zona trasera de árboles se localiza el
Indicio de La Gaspara, sin ningún interés.
Pozo de la Mina El Soldado.
Regresamos hacia Almuradiel para acercarnos a las Minas de La Nazarena (Loulik y Ana Mary) y la Mina Casla, que Eloy no conocía. Se trata de las minas clásicas de estibnita de Almuradiel, localizadas hacia el sur-sureste del pueblo. Hasta hace un año aproximadamente, se podía llegar de una mina a las otras sin grandes problemas, ya que la pista, cementada, mediante un puente pasaba sobre el río y con otro puente esquivaba las vías del ferrocarril. Sin embargo, las crecidas del río se llevaron el puente por delante y, para poder visitar los dos sitios hay que tomar caminos diferentes desde el pueblo.

Para llegar a la mina Casla, se debe salir desde el sureste de Almuradiel y por una pista llegamos directamente a la mina. Se trata de la zona donde estaban todas las instalaciones de las minas, aunque hoy en día complicádamente se puede reconocer nada. Con un poquito de paciencia, es posible encontrar bonitas muestras de estibnita alterada parcial o totalmente a estibiconita, valentinita y otros ocres de antimonio.
Ruinas de la Mina Casla.
A las Minas de La Nazarena se llega saliendo por el sur del pueblo, en dirección A-4 sur, hasta llegar a una rotonda, desde donde hay que desviarse para continuar paralelo a la A-4 por la vía de servicio. En cierto punto se llega a un paso bajo la A-4 por donde tenemos que seguir, y al otro lado de la carretera llegamos a las minas.
Vista de algunas escombreras y ruinas de las Minas de la Nazarena.
Vista del puente sobre el arroyo del Totalán derrumbado por
alguna crecida.
Continuando hacia el sur, por la vía de servicio que discurre al oeste de la carretera, nos acercamos al indicio de Las Citoras, donde marcan un pozo, hoy en día tapado, pero no encontramos ninguna escombrera de interés.
Vista del pozo tapado del indicio de Las Citoras, al sur de
 las Minas de la Nazarena.
Después del paseo, muy pasado por agua, regresamos a Almuradiel a buscar una zona cubierta donde comer, y de ahí regresamos a Madrid, haciendo una parada a mitad de camino a tomar el cafecito de rigor.

Excursión a Riaño (León) 18 a 20 de septiembre de 2015

Después de año y medio sin vernos, qué mejor manera que celebrar el reencuentro saliendo de minas, en esta ocasión al entorno de Riaño, en el norte de León, aprovechando la visita previa que realizaron los Arenas en verano.

Cocido de la cena del viernes.
El punto de encuentro fue nuestro campo base, el hostal Riaño, donde nos trataron a las mil maravillas y pudimos alimentarnos como cosacos para cargar las pilas para las excursiones. El primero en llegar fue Ángel el viernes hacia las 20.30, quien cenó un cocido y un filete mientras esperaba la llegada del resto. Juan Carlos, con Marimar y los chicos llegó hacia las 23.30 y los últimos en llegar fuimos los Arenas, Eloy y yo (Cosme), que llegamos a la 01.15 y gracias a las gestiones de Ángel y la amabilidad de los dueños del hostal pudimos cenar una tabla de embutidos, otra de queso y para mi un cocido para chuparse los dedos. Entre una cosa y otra nos dieron más de las 2 que nos fuimos a dormir ya que el sábado nos habíamos citado a las 08.30 para el desayuno.

Marimar con Unai camino a la mina Escarlati.
Tras tomar un buen desayuno, nos trasladamos al puerto de las Señales para caminar 15 minutos por una pista que nos dirigiera a la mina Escarlati para picar cinabrios. Después de mirar un poco por las escombreras nos metimos al nivel inferior Ramón, Luis, Ángel, Inés, Juan Carlos, Eloy y yo, quedándose fuera Marimar con el pequeño Unai. Hicimos un pequeño recorrido por el socavón inferior, viendo el plano inclinado, el polvorín, y un par de tajos explotados. En el tope de una galería había un derrumbe por el que pasamos Ramón, Ángel, Eloy y yo para continuar explorando la mina, llegando una explotación con algunos pilares de mineral, carretillas abandonadas y algunos cartuchos de explosivo abandonados, donde estuvimos haciendo fotos y sacando muestras. 
Vista de la mina Carmina desde la carretera que une el Puerto
de Tarna con el Puerto de las Señales.
Vista desde el Puerto de las Señales hacia el valle de Maraña
 cubierto por las nubes matutinas.
Ángel ingresando al socavón inferior de la mina Escarlati.
En la conexión del plano inclinado para la descarga en
vagonetas y su extracción por la galería de arrastre.
Vista de un pozo para descender a un nivel inferior en la
mina Escarlati.
Cosme y Ángel bajo el sostenimiento de madera para proteger
la galería de arrastre en una zona tajeada.
Ángel atravesando el derrumbe de la galería.
Eloy atravesando el derrumbe de la galería.
Reconociendo labores de la mina Escarlati.
Detalle de la mineralización de cinabrio en los rellenos de calcita
en calizas silicificadas.
Por su parte, Juan Carlos con Inés y también Luis salieron fuera a ver el resto de labores y picar por la escombrera mientras nosotros estábamos en el interior, que echamos la mañana viendo la mina y picando.
Cristal de cinabrio en calcita.
Fisura de roca silicificada con pequeños
cristales de cuarzo.
Para comer nos movimos a Maraña, donde nos sirvieron una sopa de pollo con fideos y de segundo el pollo "Maraña" que nos dejó completamente saciados, acompañados de las respectivas cervecitas previas, vino en la comida y el patxaran de rigor.

Vista de la escombrera sobre la ladera desde su parte inferior.
Vista de la bocamina de la galería.
Entre una cosa y otra, nos dieron las 6 de la tarde cuando salimos del restaurante con dirección a la mina Media Luna, una pequeña explotación de manganeso localizada en la ladera sureste del macizo de Mampodres, justo en el contacto de las calizas del Carbonífero Inferior de la escama cabalgante de Riosol-Mampodre sobre los materiales del Grupo Maraña (lutitas con olistolitos calcáreos del Carbonífero Superior). Después de rebuscar por la ladera, terminé subiendo a unos restos de muros que resultaron ser la mina, mientras desde abajo llamaban para que bajase y regresáramos a Riaño ya que se estaba haciendo de noche. Al ver que no bajé, subió Ramón a buscarme y con él pudimos recorrer una pequeña de galería de aproximadamente 25 m de longitud que corta la capa y tiene un poco de desarrollo siguiendo la capa. Los muros que se observaban eran el embarque de un cable para bajar el mineral, cuyo fin seguramente sea unos restos que se observaron cerca del final de la pista de acceso.
Vista del interior de la galería.
Vista del valle de Maraña desde la bocamina. Se observan
varios olistolitos de caliza del Grupo Maraña.
Restos mineros en la zona inferior de la mina Media Luna.
Al regreso a Riaño, cayeron unas cervecitas para recuperar energías e hidratarnos adecuadamente previas a la ducha. La cena en base a txuletones y ensalada para bajar la carne hizo que terminásemos completamente saciados y nos fueramos pronto a descansar. 

Mientras tomábamos el café de después de la cena, con los correspondientes digestivos, estuvimos Juan Carlos y yo buscando información de la mina de La Rasa para hacer una visita el domingo por la mañana, que localizamos en un olistolito de caliza del Grupo Maraña, siguiendo una pista desde Villafrea de la Reina a Valverde de la Sierra. Debido al cansancio acumulado de todo el día, nos retiramos a descansar fijando la hora de quedada el domingo a las 9.30 de la mañana para ir a buscar la mina de La Rasa.

El domingo tomamos el desayuno y nos dirigimos hacia el punto donde supuestamente se encontraba la mina, llegando a Villafrea de la Reina Ángel se despidió de nosotros ya que debía ir a Benavente por lo que seguimos el resto hasta la mina. Afortunadamente las pesquisas realizadas la víspera resultaron buenas y pudimos dar con la mina en el primer intento. Después de una pequeña caminata hasta las escombreras, pronto empezamos a encontrar muestras de minerales secundarios de cobre, entre los que destacaron la malaquita, unas azuritas con brillo y pinta de linaritas y calcantita.

Vista de las escombreras de la mina La Rasa.
Ramón en una de las bocaminas de la mina La Rasa.
Vista de una bocamina.
Buscando muestras en la escombrera principal.
Recogiendo muestras en la escombrera.
Bajando de la mina.

Llegada la hora de la comida, fuimos a Boca de Huérgano a comer unos bocatas y raciones, que para cuando nos levantamos nos habían dado las 5 de la tarde y emprendimos el regreso a Madrid, haciendo una pequeña parada en Besande para fotografiar los restos de un castillete.

Vista del castillete de Besande.

Para una próxima visita queda pendiente visitar:
  • la mina Carmina en el puerto de Tarna, 
  • la mina de fluorita de la Peña de la Cueva en Burón,
  • la mina Americana en Oseja de Sajambre,
  • la mina El Pedrazal en Maraña,
  • la mina Respina en Puebla de Lillo,
  • volver a la mina La Rasa y otras labores identificadas sobre Google Earth, e
  • investigar la mina de Besande.